De la noche a la mañana, cambio de rumbo.

Dicen que los cambios más duros emocionalmente son las mudanzas, un despido y bueno, el divorcio. Quizá porque todos ellos conllevan un cambio drástico de rutina, de vida. Todo lo que hacías con asiduidad, que daba un sentido quizá falso de seguridad, de un día para otro se desvanece. Te encuentras como si te hubieran quitado de sopetón la alfombra de debajo de los pies. Si, es algo jodido verse en una situación tan frágil, pero no tiene por que ser algo negativo. De todo se aprende, y de todo reto, por duro que sea, se puede sacar algo positivo.

El cambio suele aterrar y por ese motivo muchos se quedan estancados, por muy hastiados que estén. Piensan que mejor lo malo conocido… A mí me ha tocado pasar por todos los cambios descritos anteriormente, todos juntos. En en los dos últimos años cambié de trabajo tras 17 años dando clases de idiomas en una misma academia. Me tuve que mudar de casa. Se murió uno de mis mejores amigos. Y recientemente, mi pronto ex marido me pidió el divorcio. Esto último conlleva que nuestro perrito se quede con él. Es una mascota que me cambió la vida y a la que adoro. Y fue el cambio más desconcertante. Tanto cariño diario arrebatado en un instante.

Este año cumplí los cincuenta rodeada de mis seres más queridos, familia y amigos, y es como si la vida me hubiera dicho; ya es hora de dejar de aferrarte a las cosas. Dicho y hecho. De la noche a la mañana la alfombra desapareció y me quedé sin saber donde ir, ni qué rumbo tomar. No sé de donde salieron las fuerzas pero alcancé inmediatamente a  contactar a todos mis mejores amigos y eso es lo que me ha sustentado hasta hoy. Debo decir que me ha sorprendido la reacción tan positiva de la gente que me rodea y como me han llenado de cariño, ayuda y amor.

Y como dice una amiga: “he aprendido” que por muchos cambios que experimentemos, no estamos solos. Que si uno no tiene fuerzas, los amigos y familia te pueden rescatar. Y que los cambios son buenos. Son una manera de renacer, de sacar esa personita que se escondía en la comodidad de la rutina. He aprendido que el cambio te abre muchas puertas nuevas y detrás de ellas hay bonitas sorpresas. Que los amigos están ahí para echarte una mano o dos. Y que la vida es una aventura que hay que vivir sin miedo, o a pesar del miedo, y que no hay que conformarse con una vida vacía, solo por aferrarse la seguridad de lo conocido.

De la noche a la mañana, por mucho que no quieras, todo puede dar un giro, por lo tanto es bueno estar listo con una mochila junto a la puerta, y poco equipaje material.

5 thoughts on “De la noche a la mañana, cambio de rumbo.

  1. Karina

    Hola! Leo tu post justo en un momento en que el cambio me tiene aterrada y congelada. Gracias por tus palabras y por compartir.

  2. Pingback: Después de la tormenta llegó la templanza y las ganas de vivir. | On Life, hope y todo lo demás...

  3. Laurita

    ¡Amiga! Me inspiras mucho. Sabes que te quiero y siempre voy a ti. Cuenta conmigo para lo que necesites, y gracias por tus bellas palabras alentadoras porque yo también me encuentro en un cruce interesante.

    Abrazos,

    Laurita

    1. Laura Carbonell

      ¡Pero bueno, mira quien habla! ¡La guerrera!
      Miles de gracias. La vida nos da las respuestas en el momento justo. Nos tropezamos pero ahí, en las caidas es donde aprendemos… ¡Un abrazo amiga!

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