
Año nuevo, vida nueva. Por PotironLight @Flickr
Suena manido pero yo personalmente suelo hacer mi lista cada año de propósitos. Cierto es que no cambia nada en ese fecha señalada del 1 de enero porque todo es una continuación de tiempo, pero para mi es una oportunidad para evaluar lo que no me está funcionando, descartarlo y probar otras cosas que me funcionen mejor.
A veces no se trata de adaptarse a la vida, hay que adaptarse a uno mismo, a tus propias necesidades. Y si lo que llevas haciendo un tiempo no te da resultados, ¿por qué no cambiar?
No será una vida nueva, pero si serán propósitos nuevos, cambios para mejor enfrentar los retos, y de paso como en mi caso, hacerme la vida más fácil. Como dejar de posponer hasta el último minuto aquello que me causa ansiedad y al final ocupa demasiado tiempo y espacio inútil en mi cerebro.
Siempre escribo una lista larga de propósitos y a los años los miro y veo que ya puedo tachar al menos la mitad. Estas navidades con mis sobrinas, hermana y cuñado, alentados por la pequeña, nos sentamos con un papel a escribir nuestros propósitos individuales. Una vez acabados los leímos en alto, nos reímos, y mi ahijada se encargó de guardarlos en una cajita para verlos dentro de un año. No sé si lograremos hacer los propósitos realidad pero nos reiremos de lo lindo.
¿Y tú? ¿Tienes intención de cambiar algo que no te ha estado funcionando?